PÁGINAS

jueves, 26 de mayo de 2016

RESEÑA: Gema Samaro

Beseame de Gema Samaro

SINOPSIS
Violeta huye de madrugada de la peor cita de su vida y, como llueve a mares, se refugia en el primer bar que encuentra que es el Beséame.
Javier, el dueño, la invita a que tome algo. Conversan de besos y de amor y Violeta llega a la conclusión de que debe seguir intentándolo con Ramón, su peor cita, a pesar de todo.
Y Javier. se queda fascinado con Violeta.
¿Crees en los flechazos? ¡Entonces, Javier te encantará!
La casualidad hace que la siguiente cita sea en el Beséame y que a partir de ese momento Javier y la gente loca del bar sean una presencia constante en la vida de Violeta y en la de su amiga Jacaranda.
Jacaranda, la amiga y compañera de trabajo de Violeta, tiene un hijo con un "reptil" que la abandonó hace diez años y que en la actualidad es el socio de Javier y el cocinero del Beséame. Un tío dispuesto a todo para que la mujer de su vida le perdone, aunque lo tenga bastante difícil.
¿Darías una segunda oportunidad al hombre que supuestamente te desgració la vida?




Es una novela refrescante y simpática donde sus protagonistas femeninas son mujeres fuertes de carácter pero no de corazón. Sin embargo sus hombres son apasionados y seguros de sus sentimientos. 
Ellos no durarán en esperar y luchar por conseguirlas, mientras ellas no quieren reconocer la atracción tan especial que hay entre ellos. Estas situaciones son las que hacen tan divertido el libro.
Por una parte tenemos a Violeta, una mujer dulce, cariñosa e ingenua que se cree enamorada de Ramón, un sexy escultor que la utiliza sin que ella quiera enterarse. Por otro lado tenemos a Jacaranda, fuerte, sexy, decidida y con un carácter de mil demonios que no quiere ver que aún sigue enamorada del hombre que la dejo hace años y ahora ha vuelto a su vida.
Ambos hombres tienen bastante claro desde el principio sus sentimientos por estas mujeres tan especiales. Javier y Fon son sexys, seguros, emprendedores y con un corazón del tamaño de una montaña. 
Con paciencia crearan oportunidades para conquistarlas y les demostrarán que la pasión que sienten entre sus brazos no es algo ocasional y fugaz.
Los encuentros chispeantes, ocasionales, y apasionados se van alternando, consiguiendo un buen ritmo para no caer en una lectura pesada. Además todo ello esta amenizado por un sentido del humor que se ve claramente en los diálogos y en las situaciones divertidas a las que se enfrentan. El final romántico de película de Violenta y Javier bajo la lluvia, el flechazo de él nada más verla, los ojitos que le pone cada vez que ella aparece y mil detalles más, te hacen sonreír y desear no dejar el libro hasta saber su desenlace.
Por otro lado cuenta con un buen abanico de segundarios que aportan su granito simpático gracias a las anécdotas que nos muestran. Me encantó Jacaranda y su idea de hacer creer a su pobre hijo Felipin que su padre era un reptil extraterrestre, y a la tía de Javier por convertir a un hombre madurito tipo Dani DeVito en un George Gloney. Por no olvidarnos de padres, madres, tías y camareros que aportan a la historia una gran riqueza de matices haciendo más amena la lectura de esta locura tan entrañable.
En resumen, me encantó el aire divertido y romántico de la novela. Es ideal para pasar una estupenda tarde de lectura, cuando vienes agobiada del trabajo y solo quieres desconectarte de todo.
Otro aliciente para leerlo es que en poco tiempo ha conseguido situarse en el puesto Nª 1 de los más vendidos de Amazon.





FRAGMENTOS DIVERTIDOS

Os voy subir dos pequeños fragmentos de la novela para que disfrutéis de ellos, y sepáis como es el humor irónico que aparece en ella.

—¿Para qué esperar más? Me gusta cómo eres, me encanta cómo se te ondula el pelo cuando te enfadas, adoro cómo te brillan los ojos cuando algo te emociona, me chifla cómo arrugas la nariz cuando te sientes desbordada, me apasiona tu sabor, me fascina ese cuerpo que tienes tan… —dijo trazando unas curvas con las manos.
—Shhhhhhhhh. ¡Por favor! ¡Que está mi padre aquí! —Violeta le mandó callar escandalizada.
—¡Y tu padre me encanta también! —replicó alzando la voz para que Nicolás le escuchara.
—¡Gracias, joven! ¡Lo mismo digo! —exclamó Nicolás, levantando la palma de la mano.
—¡Madre mía, qué vergüenza! (…)





—Cuando acabes con Javier, enséñale monturas a Fon. Tiene presbicia, entre otras cosas…
—¿Qué más cosas? —preguntó Fon asustado, pero una cara de felicidad en el rostro que no podía ocultar.
—Estupidez supina. ¿Te parece poco? —replicó Jacaranda, mirándole con desdén.

VALORACIÓN

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