¡Soy Responsable!
La responsabilidad
según la Real Academia tiene varias definiciones; “cualidad de responsable” “deuda,
obligación de reparar…”, y la que más me gusta: “es la capacidad existente en
todo sujeto activo de derecho para reconocer y aceptar las consecuencias de un
hecho realizado libremente”
Nuestra sociedad la ha
calificado como un valor y ciertamente lo es porque está asociada también con
el compromiso y el cumplimiento. Desde el punto de vista filosófico “la responsabilidad es la virtud individual
de concebir libre y conscientemente los máximos actos posibles universalizables de nuestra
conducta”.
Ahora bien, todo esto lo menciono con el único propósito de
ubicarlas con respecto al significado
que deseo le demos a la palabra responsabilidad.
Buena parte del sufrimiento que padecemos a lo largo de
nuestra vida se debe en gran medida a nuestra falta de responsabilidad, a esa
generalizada costumbre que tenemos de buscar culpables afuera, tal vez por inconsciencia,
desconocimiento o comodidad, en cualquiera de los casos mientras podemos responsabilizar
a otro u otros por nuestros resultados siempre tendremos una excusa a mano para
justificar lo “malo” que nos ocurre. Ése otro puede ser nuestra pareja, hijos,
padres, vecinos, jefes, amigos, o incluso algunas circunstancias que nos
desagraden.
No obstante, mi propósito en el día de hoy es invitarte a
asumir la responsabilidad total de las situaciones y eventos que tienen lugar
en tu vida, ya que somos creadoras de nuestra realidad, deseo que nunca más digas
“es que él me hace sufrir, o él me hace infeliz”, porque tengo el gratísimo
honor de ser portadora de esta gran noticia: Nadie puede hacerte nada, nadie
tiene la potestad de hacerte sentir nada, a no ser que tú lo permitas. Somos
nosotras y nadie más quienes podemos darles esa posibilidad a los demás. En la
medida que comprendemos que tenemos en nuestras manos el poder de elegir, nos
liberamos y empezamos a generar cambios interesantes en nuestra vida, porque
nunca más estaremos buscando culpables fuera de nosotros, y éste es un detalle súper importante, pues la
línea entre la responsabilidad y la culpa es muy delgada, sin embargo si estas
atenta y conectada contigo misma podrás detectar la diferencia en todo momento.
La culpa te invita a sentirte mal, a lamentarte, a
reprocharte por qué hiciste esto o aquello
porqué dejaste de hacer, te hace meter el dedo en la herida lo cual no
te ayuda a conseguir ninguna solución, mientras que la responsabilidad te
invita a entender que eres un ser humano vulnerable, capaz de equivocarte pero
también capaz de reconducir tu barco inmediatamente porque como eres
responsable y sabes que los cambios sólo dependen de ti, no te quedas
autocompadeciendote si no que comienzas rápidamente a ver tus opciones para
salir adelante y crear así los resultados que sí deseas para tu vida.
Así que hoy la invitación es para que vayas a ese lugar
maravilloso al cual siempre te invito; el espejo y mires a esa mujer valiosa y
extraordinaria que ves y le digas “Soy Responsable” y de hoy en adelante me
comprometo a crear la vida que sí deseo porque comprendo que soy la escritora y
la protagonista de mi historia de vida.
Practícalo y luego me cuentas, no tienes nada que perder y sí
mucho que ganar.
Con todo mi amor,
Ana
María Valera
@anavalerafeliz @re_escribetuhistoria
Excelente consejo, no es sencillo ni fácil, pero bueno.
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