CONOCE A... RUBEN NAVARRO
BIOGRAFÍA
Nací en Algeciras en 1982, ciudad de la
que vine siendo aún bastante pequeño. Actualmente resido en Cenes de la Vega,
Granada, trabajando de cartero desde hace siete años. Compagino este trabajo
con algunos estudios por la tarde. Estudios tan diversos como el idioma de la
lengua árabe. También intento sacar
tiempo libre para todas las actividades al aire libre de aventura que se me
presentan, (escalada, rafting, vías ferratas, etc.) y por supuesto para mi
nuevo hobby descubierto que me sirve para desconectar de todo, la escritura.
Una nueva afición que surgió de la nada,
de un ¿Por qué no? de una pasión por la lectura, y de una manía por querer
cambiar los finales o el rumbo de algunos de los personajes de los libros que
pasaban por mis manos. Así que un día decidí escribir mi propia historia. Y
digo mi propia historia porque en ella he añadido bastantes vivencias, detalles
personales, y personas que se han cruzado en mi vida.
“Si no tardas mucho, te espero toda la
vida” es mi primera novela escrita, con la que he conseguido cumplir un sueño.
ENTREVISTA en EL CLUB DE LAS ROMÁNTICAS:
SUS
NOVELAS
SINOPSIS
Todo parecía volver a la normalidad en la
vida de Lucas. Después de mucho tiempo, había alguien que le volvía a dar
sentido a su vida y todo volvía a ser perfecto en ella.
De nuevo, comenzaba a mirar hacia
adelante y, lo mejor de todo, con alguien agarrado de la mano.
Se irían a vivir juntos a su piso
hipotecado, amanecería abrazado a la persona que deseaba, los fines de semana
del verano se irían a la playa para disfrutar de un buen baño, debajo de una
sombrilla recién comprada, para poder alejarse de la ola calor que solía caer
en la ciudad en esas fechas… En invierno, en cambio, se dedicarían a
descargarse una película por Internet, hacer palomitas y pasar el sábado noche
abrazados debajo de una manta, escuchando la lluvia golpear en los cristales, y
deseando que llegara el final de esta para poder juntarse de nuevo con ella,
pero esta vez en la cama.
¿Quién sabe? Lo mismo se plantearía
pedirle que se casara con él, ¿por qué no? La quería y ella le quería a él, así
que le diría que sí. Se irían a vivir juntos y, al cabo de dos o tres años de
matrimonio, tendrían una niña preciosa. Se llamaría Lucía y serían felices para
siempre. La historia de Lucas tendría un final feliz, por fin.
Esto, quizás, hubiera sido lo más fácil
de escribir, ¿no? Lo que las películas y libros nos quieren hacer ver que es el
amor pero, por desgracia, no siempre es así. No siempre uno recoge lo que
siembra y, por más que se empeñe en cuidar la cosecha, esta no va a dar los
frutos esperados.
Gente que aparece en medio de la relación
para desestabilizarla, un desequilibrio en la balanza de sentimientos entre uno
y otro, problemas económicos, miedo a tener una vida juntos, cicatrices —que
aún no han cerrado— de amores anteriores.
Todo esto hace que esta historia, la
historia de Lucas, no tenga el final esperado. Sufriréis con él con cada página
que leáis, porque os sentiréis identificados con sus problemas, con sus
inquietudes, ya que… ¿quién no ha luchado por un amor, sobre el cual todo el
mundo nos ha dicho que no iría a ninguna parte y, aun así, hemos insistido
hasta el final?
Hay situaciones en la vida en las que uno
no quiere ver la realidad y se refugia en su mentira. Ya lo decía Groucho Marx:
«¿A quién vas a creer, a mí o a tus propios ojos?».
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SINOPSIS
!La segunda parte de Si no tardas
mucho te espero toda la vida ya esta disponible!
Un nuevo fracaso
sentimental hará que Lucas tome una decisión que cambiará su vida por completo.
Dejará todo atrás. A su familia, a sus amigos, su trabajo, en definitiva, todo
su pasado.
Intentará comenzar de
cero en otra ciudad. Pero lejos de su propósito, de encontrar tranquilidad y el
ansiado olvido, se verá involucrado en situaciones que jamás se hubiera podido
imaginar llegar a ellas. Y todo por intentar ser alguien que no es. Porque del
pasado, y de uno mismo, no se puede huir. Y cuando a Lucas, este pasado le toca
el hombro para que se gire y de la vuelta. No le quedará más remedio que
enfrentarse a todos sus miedos. A estos miedos, que en ningún momento le
abandonaron. Pero al final, una decisión equivocada, puede resultar la
correcta.
Solo hay que llegar
hasta el final del camino, para saber si la lucha, que mantenemos con uno
mismo, ha merecido la pena.
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