¿QUÉ REGALAR A UN
ESCRITOR POR NAVIDAD?
Ahora que llegan las fechas
navideñas, también llega el momento de empezar a pensar en regalos para quienes
tenemos más cerca. ¿Tú tienes a un escritor al lado? ¿Te has parado a pensar en
un regalo para él? Eso es lo que he estado haciendo yo, pensar regalos para
escritores. Con un poco de trampa, la verdad, porque ya que estaba me he puesto
a pensar en lo que me gustaría que me regalasen a mí.
¡Y la lista me ha salido larga!
PARA EL ESPACIO.
Cuando escribimos una novela es
necesario ambientarla, crear un espacio donde los personajes vivan su historia.
Es uno de los elementos clave, tan decisivo que, si falla, la novela acaba
coja. ¿Qué tal si colaboramos para ambientar el espacio de nuestro escritor?
Para esto, se me ocurren algunas ideas.
-Una taza personalizada con una frase chula.
La
frase la dejo a tu elección, que seguro que eres quien mejor conoce a esa
persona. Para personalizar la taza existen en el mercado cientos de miles de
sitios donde se pueden conseguir. Echa un vistazo en la red y lo comprobarás. Los
escritores pasamos mucho tiempo sentados delante de cuadernos o del teclado del
ordenador, y no viene mal tener a mano un refrigerio. Lo de rellenarla con
café, té o cualquier bebida de graduación alcohólica se lo dejamos al sujeto en
cuestión.
-Un bote para los bolígrafos. Con otra frase
chula.
Otra
versión de la taza, para guardar el material de trabajo. Puedes rellenarlo con
bolígrafos, gomas de borrar, un lápiz… A tu aire, seguro que todo le viene bien.
-Una agenda.
Ya
sé que los teléfonos de última generación tienen doscientas mil funciones que
pueden suplir esta, pero me he encontrado con agendas muy chulas dando una
vuelta por la red. Incluso las hay llenas de frases literarias o motivadoras.
Ya sabes que el escritor es capaz de encontrar inspiración en el vuelo de una
mosca, así que no descartes que tu regalo pueda incluso disparar una nueva
historia.
-Libretas.
Somos
mega fans de las libretas y nunca tenemos suficientes. Nos encanta llenarlas de
ideas, dibujos, notas… Y además necesitamos muchísimas, no solo para la mesa de
trabajo, sino para tenerlas a mano en el bolso, en el coche, en la oficina, en
el bolsillo del abrigo. La inspiración es muy puñetera y te susurra ideas de
pronto cuando estás en un ascensor. Sería una pena perderlas, ¿no es cierto?
-Velas con aroma a libros.
Sé
que estás poniendo cara de que me he vuelto loca, pero no… ¡existen! ¿A que
quedaría genial escribir con el olor de Orgullo y prejuicio, por ejemplo? Y más
original no se me ocurre nada.
-Música romántica.
Inspiradora,
evocadora, mágica… pero que no distraiga mucho, que los escritores solemos ser
gente que se dispersa con facilidad. Hazle una selección. No sé, quizá además
de servirle de fondo, acabe pensando en ti…
PARA LA HISTORIA.
Bien,
ya tenemos el espacio cubierto, ahora vamos a por lo que es creación literaria.
¿Qué puede necesitar un escritor? Algo se me ocurre.
-Memoria USB.
Muchos
tienen una diferente para cada proyecto, así que no lo descartes como un
regalo. Quizá no sea lo más original del mundo, pero con ello le estás enviando
un mensaje extra, ese que dice que confías en lo que hace y es una manera de
animar para que otro libro se ponga en marcha. Y, además, existen tantos
modelos que seguro que acabas dando con uno divertido y con un significado muy
personal.
-Notas adhesivas.
Imprescindibles
para los cuadernos, para no señalar detalles a los que volver y conseguir que
al final todo encaje. No importa que tu escritor use siempre el ordenador, te
recuerdo que tenemos decenas, cientos, miles de libretas desperdigadas por
todas partes. Y muchas libretas no ganarían el premio a la reina del orden.
-Diccionario.
Un
clásico. Si es de sinónimos, mejor que mejor, porque de los otros siempre hay
alguno por casa.
-Curso de escritura y manuales.
Para
momentos de atasco los manuales vienen muy bien. Leerlos puede ayudar a
detectar algo que se ha olvidado y siempre es muy interesante ir creciendo y
aprendiendo. Y es otro de esos regalos que llevan enredados
PARA EL TIEMPO
Es
tanto o más necesario que tener a mano bolígrafos y libretas. Nunca es
suficiente, siempre hace falta más y acabamos robándoselo a las horas de
dormir. Bien, quizá nosotros, que tenemos a un escritor cerca, podamos
regalarle tiempo. Lo de regalarle inspiración ya sería lo más, pero esa no la
venden en botecitos con lazo. Una pena.
-Un colgador para la puerta con el cartel de
no molestar.
Da
igual que tengas todo lo anterior a mano si a tu alrededor hay un par de niños
peleándose por el mando de la Play, la tele a todo volumen, el teléfono sonando
cada dos minutos y un perro que te trae una pelota y mueve la cola pidiendo que
lo saques a la calle. Con esto es posible que a la inspiración le dé por no
aparecer, o en el caso de que llegue, viendo el panorama, opte por largarse.
Regalémosle algo que en realidad es una indirecta –muy directa- para los que
tiene alrededor. Ya sé que el perro no sabe leer, pero si la puerta está
cerrada, a lo mejor lo entiende.
-Tiempo.
Regálale
momentos libres. Un par de horas de calma en casa para que pueda emplearlas en
dejar volar la imaginación mientras tú te llevas al perro y a los niños. Esto
solo es posible para quienes tienen como pareja un escritor, pero también sirve
para amigos de escritores. ¡Por Dios, no le mandes mensajes todo el tiempo que
no avanzará!
-Una estancia tranquila en una casa rural.
¿Habéis
oído hablar del sueño de estar solo en un lugar aislado para escribir? Pues haz
que sea una realidad. Un fin de semana de desconexión total. El paraíso, vamos.
Si estamos en el caso de que seas su pareja… vale, te dejo que vayas también,
pero entonces no será para escribir, será para que le hagas vivir un par de
días memorables, llenos de romanticismo que le entren ganas de recrear en una
escena… o para que vuelva con las pilas cargadas a casa.
-Una idea.
Regálale
eso. Una idea que se te haya ocurrido, una historia que te gustaría leer, pero
que tú no sabes cómo contar. Quizá el resultado no se acabe pareciendo a lo que
imaginaste, pero te lo agradecerá si de ahí acaba saliendo algo bueno. Y quizá
hasta te dedique el libro. ¿Lo has pensado? Regalo de ida y vuelta.
-Interés por lo que hace.
¿A
que parece una tontería? Pues no lo es, en realidad creo que es el mejor regalo
que se le puede hacer a un artista, y recordemos que quienes escriben lo son.
Esto no se puede envolver, te lo advierto, a no ser que se lo demuestres
invitándole a cenar.
-Un abrazo.
Puedes
escribir tarjetas o vales por abrazos, y que te los vaya dando en los momentos
en los que lo necesite. Estás frente a una persona altamente sensible que los
necesita más que respirar, pero también frente a alguien muy complicado, capaz
de describirte con detalle los sentimientos de dos personajes y, a la vez, de
olvidarse de poner sobre la mesa los suyos. Pónselo fácil.
Artículo de Mayte Esteban
Artículo de Mayte Esteban
¡Lista genial! Sí quieren anotar y regalarme, cualquier elemento de la lista, será bien recibido.
ResponderEliminar¡Me encanta la lista! firmaría por todos los regalitos, pero con uno solo ya sería muy feliz. Gracias cielo.
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