Enredos y un profundo amor que lucha por salir a delante son las bases de este libro que nos vuelve a adentrar en el maravilloso mundo de Jane Austen.
Os dejo su sinopsis y su enlace de compra por si os interesa, y os recuerdo que está a la venta solo en inglés.
SINOPSIS
Elizabeth Bennet y Fitzwilliam Darcy parecen
decididos a malinterpretarse mutuamente, y después de su desastrosa propuesta,
ambos desean ansiosamente olvidar que se han conocido.
Pero el destino, con la ayuda de los primos
intrigantes de Darcy, se las arregla para mantenerlos juntos. Cuando la
señorita Darcy es convocada a Kent, la pareja tiene la oportunidad de comenzar
de nuevo, y su amistad en ciernes los lleva a Londres y Hertfordshire.
Sus
sentimientos se profundizan, pero antes de dar a conocer su nueva comprensión,
Elizabeth es enviada a Brighton como acompañante de su hermana menor.
Su estancia allí termina en la ruina cuando el
pasado de Darcy llama a la puerta. Al descubrir que la situación es peor de lo
que temía, Darcy determina que debe ser él quien haga las cosas bien. Su
partida deja a Elizabeth en duda y su futuro en cuestión. ¿Era su amor
demasiado nuevo para soportar un escándalo?
Una serie de oportunidades perdidas, cartas mal
dirigidas y comunicaciones erróneas mantienen a la pareja separada; requiere la
intervención de sus parientes más cercanos para reunirlos nuevamente.
Os dejo un artículo que la escritora Kay Bea escribió para Quills & Quartos Pub. En ella podéis conocer más este libro y sobre las hermanas Bennett.
Os dejo un artículo que la escritora Kay Bea escribió para Quills & Quartos Pub. En ella podéis conocer más este libro y sobre las hermanas Bennett.
Las elecciones que hacemos
Por Kay Bea, autor de Love Unsought
A principios del siglo XIX, las mujeres tenían pocas
oportunidades preciosas para gobernar sus propias vidas. Se esperaba que las
damas criadas con delicadeza estuvieran sujetas primero a sus padres y luego a
sus esposos. Eran vírgenes, luego esposas, luego viudas. Las mujeres casadas no
podían poseer su propia propiedad, ni se les permitía administrar sus propios
asuntos financieros. La Doctrina de la Cobertura reconoció a los esposos y esposas
como una entidad legal: el esposo. El divorcio solo se permitía a través de los
tribunales eclesiásticos, era casi imposible de alcanzar y era costoso tanto
económica como socialmente. En una sociedad gobernada por hombres, las mujeres
tenían que tener mucho cuidado con sus elecciones.
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