FRAGMENTO DE LA SAGA CREPÚSCULO
LUNA NUEVA de Stephenie Meyer
Hace poco volví a poner mis DVD de esta serie que me encanta. Es una de mis citas anuales que no puedo dejar pasar y de la que jamás me cansaré de recordar.
Mientras estaba viéndola empecé a pensar que parte seria mi favorita de toda la serie. He de decir que me resultó muy difícil concretar una sola, pero si tuviera que elegir escogería este fragmento que os he subido.
El motivo para elegirlo es por ser una de las ocasiones en la que él le abre su corazón y le dice lo mucho que la ama y lo importante que es en su vida. Sé que se lo dice en más ocasiones, pero aquí él le promete que estará a su lado, dejando claro que permanecerán siempre juntos.
Os lo dejo para que lo leáis, aunque he escogido un pequeño trozo como muestra, y si queréis me digáis cual es vuestra parte favorita.
Fragmento
Esperó, estudiando mi rostro mientras hablaba para
asegurarse de que le estaba escuchando de verdad.
—Bella, mi vida era como una noche sin luna antes de
encontrarte, muy oscura, pero al menos había estrellas, puntos de luz y
motivaciones... Y entonces tú cruzaste mi cielo como un meteoro. De pronto, se
encendió todo, todo estuvo lleno de brillantez y belleza. Cuando tú te fuiste,
cuando el meteoro desapareció por el horizonte, todo se volvió negro. No había
cambiado nada, pero mis ojos habían quedado cegados por la luz. Ya no podía ver
las estrellas. Y nada tenía sentido.
Quería creerle, pero lo que estaba describiendo era mi vida
sin él y no al revés.
—Se te acostumbrarán los ojos —farfullé.
—Ése es justo el problema, no pueden.
—¿Y qué pasa con tus distracciones?
Se rio sin traza de alegría.
—Eso fue parte de la mentira, mi amor. No había distracción
posible ante la... agonía. Mi corazón no ha latido durante casi noventa años,
pero esto era diferente. Era como si hubiera desaparecido, como si hubiera
dejado un vacío en su lugar, como si hubiera dejado todo lo que tengo dentro
aquí, contigo.
—Qué divertido —murmuré.
Enarcó una ceja perfecta.
—¿Divertido?
—En realidad debería decir extraño, porque parece que
describieras cómo me he sentido yo. También notaba que me faltaban piezas por
dentro. No he sido capaz de respirar a fondo desde hace mucho tiempo —llené los
pulmones, disfrutando casi lujuriosamente de la sensación—. Y el corazón...
Creí que lo había perdido definitivamente.
Cerró los ojos y apoyó el oído otra vez sobre mi corazón.
Apreté la mejilla contra su pelo, sentí su textura en mi piel y aspiré su
delicioso perfume.
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