PÁGINAS

jueves, 17 de marzo de 2016

CLUB DE JANE AUSTEN: 1º Declaración

FRAGMENTO DE LA PRIMERA DECLARACIÓN 
DE AMOR DE DARCY A ELIZABETH
 EN ORGULLO Y PREJUICIO


Como amante de lo romántico, no podía dejar pasar la oportunidad de mostraros uno de los fragmentos más apasionantes, emotivos y bellos escrito por una de mis autoras favoritas.
Se trata de las dos declaraciones de amor que Mr Darcy le brinda a Elizabeth. Os las he querido mostrar en las dos versiones más conocidas. La original del libro y la versión de la película del año 2005.
Esta semana compartiré la primera de estas declaraciones y la semana que viene subiré la segunda.
Espero que las disfrutéis de la misma manera que yo las disfruté al volver a leerlas.


VERSIÓN ORIGINAL DE LA NOVELA

En vano he luchado. No quiero hacerlo más. Mis sentimientos no pueden contenerse. Permítame usted que le manifieste cuan ardientemente la admiro y la amo." En casos como este creo que es costumbre establecida manifestar agradecimiento por los sentimientos expresados, aún habiendo de devolverlos con desigualdad. Natural es ese agradecimiento y si pudiera yo expresar gratitud, le daría a usted las gracias. Pero no puedo; nunca he ansiado la buena opinión de usted, y usted lo ha reconocido sin querer. Siento haber ocasionado penas a alguien; más ha sido inconsciente de todo punto, y espero que sea de escasa duración.los sentimientos que según usted ha retrasado durante largo tiempo mi conocimiento de sus intenciones no será difícil que venzan esas penas tras estas manifestaciones que le hago. ¿Y ésta es toda la contestación que he de tener el honor de esperar? Quizás pudiera desear que se me informarse porque con tan escasa prueba de cortesía soy rechazado así" También podría yo averiguar porque con tan evidente designio de ofenderme y de insultarme me dice usted que le gusto contra su voluntad, contra su juicio y aún contra su modo de ser. ¿No es esta alguna excusa para mi falta de cortesías es que en realidad la he cometido?
Y tal es la opinión de usted sobre mi ¡esta es la estimación en que usted me tiene! Le doy gracias por haberme manifestado todo eso con
semejante amplitud. ¡Según estos cálculos mis faltas han sido grandes! Pero quizá esas faltas se habrían pasado por alto si su orgullo no se hubiera ofendido con mi honrada confesión de los escrúpulos que durante largo tiempo me impidieron tomar una resolución. Habría evitado tan amargas acusaciones si yo, con gran política, hubiera ocultado mis luchas, lisonjeándola con la idea de que me había visto impedido a este paso por inclinación y sin reservas por mi dictamen, por mi reflexión, por todo. Más aborrezco el disimulo de toda especie. No me avergüenzo de los sentimientos expresados; eran naturales y legítimos. ¿Podía usted esperar que me agradara la inferioridad de sus relaciones, que me regocijase con la esperanza de parentesco cuya condición esta tan a las claras inferior a las mías? "Desde el comienzo mismo, casi puedo decir que desde el primer instante de mi relación con usted, sus modales que impidieron en mi la más arraigada creencia en su arrogancia, su vanidad, su egoísta desdén a los sentimientos ajenos, me parecieron tales, que al punto asentaron los cimientos de la desaprobación que los sucesos posteriores han convertido en desagrado firme; y aunque no le hubiera conocido sino hace un mes, habría pensado que era usted el último hombre en el mundo con que yo desearía casarme"


VERSIÓN SACADA DEL DIÁLOGO DE LA PELÍCULA

Sr. Darcy: Señorita Elizabeth, he luchado en vano y ya no puedo dominarme más. Estos meses han sido un tormento. Vine a Rosings con el único objeto de verla a usted. He luchado contra mi buen juicio, contra mi familia, la inferioridad de su cuna, mi rango y muchas cosas más, pero estoy dispuesto a dejarlas a un lado y pedirle que acabe con mi agonía.
Elizabeth Bennet: No entiendo.
Sr. Darcy: La amo... con toda mi alma. Por favor, haga el honor de aceptar mi mano.
Elizabeth Bennet: Señor yo... aprecio todo lo que ha sufrido y lamento mucho causarle dolor, créame, no fue de forma consciente.
Sr. Darcy: ¿Esa es su respuesta?
Elizabeth Bennet: Si, señor
Sr. Darcy: ¿Usted... se burla de mí?
Elizabeth Bennet: No.
Sr. Darcy: ¿Está rechazándome?
Elizabeth Bennet: Seguro los sentimientos que, según dice, han frenado sus intenciones le ayudarán a superarlo.
Sr. Darcy: ¿Puedo preguntar por qué, con tan poca civilidad, me rechaza así?
Elizabeth Bennet: ¿Y puedo preguntar por qué, con tan evidente intención de insultarme, decidió decirme que yo le agrado en contra de su buen juicio?
Sr. Darcy: No, créame, no quise...
Elizabeth Bennet: Si yo fui incivilizada, esa es suficiente excusa, pero tengo otras razones y lo sabe.
Sr. Darcy: ¿Qué razones?
Elizabeth Bennet: ¿Cree que haya algo que pudiera tentarme a aceptar al hombre que arruinó, tal vez para siempre la felicidad de mi querida hermana? ¿Lo niega, Sr. Darcy, niega que separó a dos jóvenes que se amaban el uno al otro, exponiendo a su amigo a la censura del mundo por capricho, y a mi hermana al ridículo por sus esperanzas rotas, y envolviéndolos a ambos en el peor de los sufrimientos?
Sr. Darcy: No, no lo niego.
Elizabeth Bennet: ¿Cómo pudo hacerlo?
Sr. Darcy: Porque creí que a su hermana le era indiferente.
Elizabeth Bennet: ¿Indiferente?
Sr. Darcy: Los observé con cuidado y vi que su apego era más fuerte que el de ella.
Elizabeth Bennet: ¡Es porque es tímida!
Sr. Darcy: Bingley también y se persuadió de que ella no sentía lo mismo.
Elizabeth Bennet: Porque usted lo sugirió.
Sr. Darcy: Fue por su propio bien.
Elizabeth Bennet: ¡Mi hermana apenas me muestra sus sentimientos a mí! Supongo que sospecha que su fortuna no tuvo nada que ver...
Sr. Darcy: ¡No! Nunca le haría a su hermana tal deshonra, aunque sí se sugirió...
Elizabeth Bennet: ¿Qué cosa?
Sr. Darcy: Se volvió perfectamente claro que un matrimonio ventajoso...
Elizabeth Bennet: ¿Mi hermana le dio esa impresión?
Sr. Darcy: No. Sin embargo, debo admitir que está la cuestión de su familia...
Elizabeth Bennet: ¿Nuestro deseo de casarnos? Al Sr. Bingley no parecía molestarle.
Sr. Darcy: No, era más que eso.
Elizabeth Bennet: ¿Cómo señor?
Sr. Darcy: Fue la falta de propiedad mostrada por su madre, sus tres hermanas menores e incluso por su padre. Disculpe. A usted y a su hermana debo excluirlas de esto.
(En ésta versión, Darcy reveló en esta escena asuntos sobre Jane y Bingley que, en el libro, habló en su carta)
Elizabeth Bennet: ¿Qué hay del Sr. Wickham?
(Darcy se acerca hacia ella)
Sr. Darcy: ¿El Sr. Wickham?
Elizabeth Bennet: ¿Qué excusa pudo tener por haberlo tratado así?
Sr. Darcy: ¿Tanto le interesan los asuntos de ese caballero?
Elizabeth Bennet: Me contó de sus infortunios.
Sr. Darcy: Oh, sí, sus infortunios han sido muy grandes.
Elizabeth Bennet: ¿Usted arruinó su vida y se atreve a hablar con sarcasmo?
Sr. Darcy: ¿Así que ésta es su opinión de mí? Gracias por explicarla tan afondo. Tal vez estas ofensas habrían pasado por altas si su orgullo...
Elizabeth Bennet: ¡¿Mi orgullo?!
Sr. Darcy: ...no hubiera sido herido por la sinceridad con que admití mis escrúpulos. ¿Podría esperar en que me regocijara en la inferioridad de sus circunstancias?
Elizabeth Bennet: ¿Y esas son las palabras de un caballero? ¡Desde el momento en que lo conocí, su arrogancia y su egoísta desdén hacia los sentimientos de los demás hicieron darme cuenta que era el último hombre en el mundo con quien yo podría llegar a pensar en casarme!
(Después de semejantes palabras declaradas por Elizabeth, Darcy sigue mostrando su pasión hacia ella. Se inclina en su dirección como si deseara besarla. Elizabeth, por su parte, no muestra deseos de querer apartarse).
Sr. Darcy: Perdóneme, madam, por haberle quitado su tiempo. 



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