viernes, 25 de diciembre de 2015
ANGÉLICA Y DEMÓNICA: Compras navideñas
COMPRAS NAVIDEÑAS
Queridas Amigas:
Angélica y Demónica me han pedido que las felicite en su nombre, ya que al igual que vosotras, andan sobrepasadas en estas fechas. Y aquí estoy, metida en este pequeño lío del que no sé si saldré bien parada, pero feliz de dirigirme a todas vosotras.
¿Que tal se ha portado Papa Noel?¿O sois más de Reyes Magos?. ¿Tal vez de los dos?. A mí me encantaría poder mirar por un agujerito las caras de la familia de Demónica. Sí, leeis bien, de los familiares de Demónica. ¿Por qué?, les cuento...
NAVIDAD, NAVIDAD, DULCE Y ODIOSA NAVIDAD
Llevamos cuatro horas en el centro comercial, agotadas, con la cabeza a punto de explotar de tanto villancico navideño y desesperadas por encontrar ese regalo si no perfecto, al menos que nos deje en buen lugar.
Yo soy más organizada y me he traído una lista con distintas opciones. Angélica, ufff Angélica es insufrible. Entra en todas las tiendas, mira, toca, y sobre todo adora todo aquello que vaya envuelto en enormes lazos y papel celofán... Perfumes, velas aromáticas, bolsos, zapatos, libros, slips de seda negro, after shave de Calvin Klein... Todo vale si va con su hermoso lazo o glamourosame envuelto. No me malinterpretéis, no es que ella no busque los regalos con cariño y detalle, al contrario, además los acompaña con preciosas tarjetas que personaliza con poesías, frases amables, incluso pícaras, pero cuidando el detalle. Simplemente, es de esas personas que a todo encuentra posibilidades y créanme cuando les digo qe sus regalos, siempre te dejan una sonrisa. Y es que ella adora la navidad, cenar en familia (incluyendo tíos, primos y añadidos), engalanar el árbol y cubrir la base de hermosos paquetes, cantar villancicos, aguantar al cuñado... En fín, ya os hacéis una idea ¿Verdad?.
Pero Demónica... Ayyyy Demónica. Ella odia la navidad y es la antítesis de Angélica. Conociéndola y sabiendo que a última hora buscaría (no sin interés, pero sí con mucha falta de ganas) algo genérico y que quedase bien, no había comprado nada aún. En este punto, la desesperación comenzó a hacer mella (en Demónica y en mí evidentemente). Angélica ya iba bien surtida y además llevaba dos ayudantes extras para cargar paquetes que se unían a los míos, esos que yo ya había elegido sabiamente con anterioridad.
Decidimos salir del centro comercial y tomarnos un tentempie en una zona abierta, de esa forma tomábamos un poco el aire dejando atrás el bullicio, y con un poco de suerte, nos vendría a la mente alguna idea brillante que sirviese a Demónica en la búsqueda de sus regalos.
¿Me creeríais si os dijese que la idea se presentó sola?. Justo al lado de la terrazita que elegimos para nuestro tentempié, Demónica encontró el lugar perfecto para sus compras. Fijaros que digo "Demónica encontró", Angélica y yo nada, repito, nada tenemos que ver con su elección.
Tengo que reconocer, que no pensé jamás pasarlo tan bien en la búsqueda de un regalo. Y es que aquél establecimiento fue todo un descubrimiento que nos proporcionó risas, asombro y descubrimiento a partes iguales..
Sí amigas, para las que aún no lo hayáis descubierto, aquel establecimiento era un Sex Shop. No era un lugar cutre con el escaparate lleno de muñecas hinchables con la misma cara del cuadro "El grito" de Edvard Munch, no, no. Era una especie de boutique muy elegante, más parecida a una tienda de lencería fina en la que no solo podías ver las últimas novedades tecnológicas sino que, además, eras atendida por un personal muy chic, amable y educado. Ya podeis imaginar que aprovechamos bien la experiencia y por supuesto Demónica salió más que satisfecha con sus compras. No seré yo quien desvele que regaló a cada uno de sus familiares, pero reconozco que me muero de ganas por ver las caras de sus hermanas, cuando abran esas cajitas tan monas del tamaño que se usa para guardar anillos. O si la abuela se creerá eso de que la gelatina de sabor fresa, va ideal sobre el roscón de reyes. Pero la cara que más desearía poder ver es la de su cuñado, ya sabeis, ese cuñado que todo lo sabe y todo lo puede, ese cuñado que tod@s tenemos...
En fín amigas, que me he extendido y yo venía aquí a desearos a todas una muy, muy feliz navidad en nombre de Angélica y Demónica y por supuesto en el mío propio.
Lo dicho. Feliz Navidad!!!
Lydia Rodriguez.
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