La tradición del
muérdago no ha calado mucho en España, de momento. No obstante, en países como
en Estados Unidos o Reino Unido, es un símbolo muy representativo de la
Navidad. Una Navidad de la que merece la pena conocer la verdadera historia de
su origen.
Lo primero que
debemos saber es cual el su significado, y para ello tenemos que retroceder
hasta la cultura griega. Fueron los griegos los primeros en darle importancia
al muérdago, pues lo usaban en el festival de las Saturnalias y en ceremonias
como el matrimonio. El motivo de este uso se remontaba a las creencias
populares de sus ancestros. Estos le atribuían al muérdago el poder de dar vida
y fertilidad.
Los griegos también
creían que el muérdago era una planta de paz. Una planta que podía ayudar a
reconciliarse cuando familiares, amigos o parejas se enfrentaban. De esta
manera, establecieron que, cuando hicieran las paces, se darían un beso para
olvidar los problemas que habían tenido. Y esto lo harían bajo el muérdago.
En Europa, desde hace
siglos, el muérdago ha sido considerado una planta mágica y sagrada. En la
cultura celta, esta planta era venerada porque aunque no cuenta con raíces,
continúa verde durante el invierno. Esta resistencia les hacía pensar que podía
ayudar a las personas a ser más fértiles, puesto que era capaz de crear vida.
Más tarde, las
creencias mágicas del muérdago evolucionaron y llegaron a la Edad Media. En
aquella época servían para proteger las casas de brujas y otros seres malignos
que creían que podían afectar a sus familias y al ganado, dejándolas en la ruina
y la miseria.
En otros momentos de
la historia, también era utilizada como afrodisíaco.
Pero hay que
remontarnos hasta el S. XVIII cuando los ingleses impusieron una costumbre
griega y sin saberlo marcaron el inicio de la costumbre del muérdago navideño.
Esta costumbre tenía
un significado mágico, y según la tradición, el ritual comenzaba cuando una
chica joven se colocaba debajo de una rama de muérdago, ésta era adornado con
bonitos lazos. La chica que se colocara bajo el muérdago no podía rechazar
ningún beso.
El beso recibido
tendría como significado un romance profundo y si no era así, se convertiría en
una amistad inquebrantable. Si la chica no recibía ningún beso sería una señal
de que éste tardaría un poco en llegar aunque aseguraba la tradición, que ésta
se casaría al año siguiente.
Cuando los chicos las
besaran, debían arrancar un fruto de la rama. De esta manera, los besos se
acababan cuando los frutos también lo hacían.
A través de esta
tradición, muchas culturas paganas de Europa y otros países de habla inglesa
como Canadá o Estados Unidos, se unieron a la costumbre que sigue implantada
hasta nuestros días.
El muérdago debe
colocarse en un lugar alto y en la noche de Nochebuena, si el beso lo recibe
una chica, ésta encontrará el amor. Si ya lo tiene, éste se afianzará mucho
más. Si es una pareja la que se besa bajo el muérdago, éste les concederá la
bendición de un embarazo.
Una vez que sabemos en que consiste esta tradición, os deseo que estas Navidades todas vosotras encontréis a alguien con quien compartir un beso bajo el muérdago. Y quien sabe, quizás la tradición tenga algo de cierta y vuestros sueños más románticos se cumplan.
Una vez que sabemos en que consiste esta tradición, os deseo que estas Navidades todas vosotras encontréis a alguien con quien compartir un beso bajo el muérdago. Y quien sabe, quizás la tradición tenga algo de cierta y vuestros sueños más románticos se cumplan.
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